- Peroooo, ¿el tono no es algo de Música?
- Claro que sí. De las novelas también. Y de la vida. Hay personas que le dan a la vida un tono alegre y otras que le dan un tono triste - aclaró la maestra.
También nos ha contado que la vida es una novela muy larga con capítulos alegres y tristes. Y que el tono lo cambia todo. Que puede convertir nuestra vida en un sueño o en una pesadilla.
Cuando he llegado a casa, me he metido en el cuarto de Bea, lo he cogido y lo he envuelto en papel reciclado. Luego he escrito para mamá y lo he dejado sobre la mesilla de su habitación.
- Cariño, gracias por el regalo... pero, ¿para qué necesito yo un diapasón? La música de la familia es tu hermana Bea, no yo- me ha dicho mamá mientras me ha acariciaba la barbilla.
- Es para que te afines el tono, mamá. Que eres una dramática y si no cambias el tono tu vida será una pesadilla.
Mamá se ha puesto muy nerviosa y me ha gritado que me deje de tonterías y que devuelva el diapasón a Bea, que a veces tengo unas cosas que no parezco ni normal.
A papá le ha dado la risa. Papá no necesita diapasón porque sí que sabe dar a la vida un tono alegre. ¡Normal! Siempre se le ha dado mejor la música a él que a mamá.