No hacer nada es malo. Es raro, porque cuando eres pequeño (yo ya soy mayor) no te dejan hacer nada. "No toques eso, no te muevas de ahí, no le digas a la abuela que tiene pelos en la cara, y así siempre".
Pero llega un día en el que, hasta cuando estás castigado, no te dejan NO hacer nada.
- Poneos a hacer algo - dijo el director el día que nos castigaron a todos sin recreo - a ver si os pensáis que vais a poder estar en clase, gastando calefacción y sin hacer nada.
- Pues salimos al patio y hacemos algo y además no gastamos calefacción - le respondió Jorge Abadía.( Desde ese día el director cuando mira a Jorge aprieta los labios y cierra los ojos como los malos de las películas).
Mamá es como el director: le molesta la gente que no hace nada. Por ejemplo los que están en la cárcel.
- Deberían estar haciendo carreteras - dice mamá.
- Yo creo que hay gente que trabaja en eso y que si ponen a los de la cárcel a hacer carreteras, habrá gente que no tendrá nada que hacer. Y si les mandas a hacer casas, entonces los que hacen ca...
- Calla y no molestes, que me duele la cabeza de oirte.
Vale, yo me callo, pero eso es al revés de lo que dice ella que hay que hacer.
Como mamá está molesta, subo a ver a la vecina, que está con su amiga: esa chica mayor tan maja que habla muy alto y hace muchos gestos.
- ...Y ahora los que estén en el paro tendrán que hacer trabajos sociales.
Me quedo con la boca abierta y bajo corriendo a ver a Bea.
- ...Y van a hacer los trabajos de sociales. A lo mejor tengo suerte y hacen también los de Conocimiento del Medio.
Bea me mira últimamente con los ojos muy abiertos y a veces me acaricia la cara.
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