- ¿Y a qué viene eso?- le pregunta papá mientras mastica el pastel de espinacas.
- ¿Te parece raro? - le responde mamá con voz de enfadada.
- Me parece poco útil que te pongas a estudiar ahora - le responde papá después de beber un sorbo de vino y mirarla fijamente.
- Nunca tenemos que dejar de aprender. Lo dice la maestra. Y las maestras saben de estudiar las que más de todo el mundo.
Mamá me mira y dice que sí con la cabeza arrugando la boca como si fuera de papel cebolla y cerrando los ojos un poquito que cuando hace eso parece que le salen chispitas.
- A ver Alba, estudiar es importante para ti, para que seas alguien el día de mañana. Mamá ya es una mamá, y no necesita estudiar.
- Lo entiendo. Mamá es una mamá y no necesita ser alguien.
Y mientras papá perseguía a mamá hasta la cocina (se habrían dejado un fuego encendido o algo), Bea le echaba lo que le quedaba en el plato a Paula y se iba a su cuarto a hablar por el Tuenti.
Paula y yo nos quedamos esperando el postre. Pero ese día no hubo postre. Se quemaría o algo.
Y mientras papá perseguía a mamá hasta la cocina (se habrían dejado un fuego encendido o algo), Bea le echaba lo que le quedaba en el plato a Paula y se iba a su cuarto a hablar por el Tuenti.
Paula y yo nos quedamos esperando el postre. Pero ese día no hubo postre. Se quemaría o algo.
que intriga....
ResponderEliminarbesos grandes!