lunes, 2 de abril de 2012

SERES HUMANOS

La maestra dice que tenemos que comunicar nuestros sentimientos, que somos seres humanos y que sentimos, y que es muy chuli compartir nuestras emociones con los demás seres humanos, porque también tienen emociones, que no se pueden compartir emociones con una televisión, aunque salgan imágenes de seres humanos, y que por eso cuando vemos algo en la tele que nos gusta tenemos que hablarlo con los que están viendo la tele con nosotros o tenemos que conectarnos a Facebook.
Papá es un ser humano de los más humanos de todos. Lleva casi un mes compartiendo sus sentimientos con nosotros:
- ¡Qué ganas tengo de que lleguen las vacaciones para levantarme cuando me dé la gana! - dice cuando se levanta por la mañana.
-¡Qué ganas tengo de que lleguen las vacaciones para pasar más tiempo contigo y llevarte al teatro, y ver todas las películas que nos quedan pendientes, que nosotros somos de mucho cine, y salir a cenar, y a bailar! - le dice a mi madre cuando llega de trabajar y a ella le salen chispitas en los ojos y se pone roja.
-¡Qué ganas tengo de que lleguen las vacaciones para coger la bici y hacerme 20 km.! - dice cuando termina de comer. Mamá cuando dice eso nos mira y se ríe.

Y como quería papá, llegaron las vacaciones. Y papá siguió levantándose a las siete para pintar la casa, que si no lo hacemos en vacaciones, a ver cuándo. Y por las tardes pone la tele y se conecta al Facebook, y cuando le hablamos contesta con ruiditos, que yo creo que no escucha lo que decimos.
- Cariño, ¿me estás escuchando? - dice mamá - ¿o para que me escuches tengo que conectarme al Facebook yo también?
- Síiii, cariño - contesta papá.

- Papá, ¿puedo expresarte mis sentimientos? Dice la maestra que es bueno.
- Síiii, cariño.
-Desde que estás de vacaciones, eres menos ser humano.

Papá eso sí lo oyó,  levantó la vista de la pantalla y me respondió:
- ¡Qué ganas tengo de que empiece el colegio! (y algo que dice siempre de que la maestra tiene muchas vacaciones y es muy lista porque no tiene hijos)

Dice la maestra que hablar sólo con máquinas nos hace menos seres humanos y que no hay nada más bonito que poder cogerse de la mano y abrazarse y dar una palmada en la espalda y hacernos cosquillas y hacer sonrisas de verdad, no con emoticonos.

- ¡Qué cortas son las vacaciones, no me ha dado tiempo a nada! - dice papá esta mañana antes de volver a la oficina para pasar las próximas siete horas mirando a su ordenador, que ni tiene sentimientos ni nada.

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