La maestra nos explica que muchas de las cosas que aprendemos en el cole nos sirven para la vida. El otro día la maestra nos enseñó a presentarnos a los desconocidos y eso sirve mucho para la vida, porque en el mundo hay miles, millones de desconocidos y la maestra dice que un desconocido es una oportunidad de hacer nuestra vida más rica y de ser más felices.
Esta mañana he probado a ver qué pasaba.
Mamá me ha vestido con la ropa que le gusta a ella y me ha llevado a una tienda que se llama butic, pero que venden vestidos.
- Buenos días, ¿le atienden?
- No se preocupe, estoy mirando- respondió mamá sin levantar la cabeza.
- Buenos días, soy Alba...con b- le dije yo con una sonrisa enorme y apretando su mano derecha con mi mano derecha, como me había enseñado la maestra- ¿y tú cómo te llamas?
- Cariño, deja tranquila a la dependienta.
- No se preocupe, ¡si es un encanto de niña! Me llamo Lucía y ahora mismo te voy a dar una piruleta.
Como siempre, la maestra tiene razón, mi vida ya empezaba a ser más rica.
Mamá cogió un vestido clarito y se metió en el probador. A los dos minutos, asomó la cabeza y me pidió que llamara a la dependienta.
- No se llama dependienta, se llama Lucía. Tú no lo sabes porque no te has presentado y has perdido la oportunidad de hacer tu vida más rica.
- Ay, no incordies y llámala ya.
Así que eché a correr con la piruleta en la mano.
- ¡Lucía, Lucía, Lucía!
Y me llevé a Lucía hasta el probador.
Mamá salió con la cremallera a medio subir y Lucía torció la boca. Después de varios intentos, Lucía dijo con voz muy suave:
- Quizás una talla más...
Pero mi madre respondió un poco como cuando algo le sienta mal que ella usa la 38 y que el vestido estaría mal cortado. Y luego salimos de la tienda y mamá estaba muy enfadada, casi llorando, la pobre.
- Tranquila mami- le dije yo dándole un beso- a mí me pasaba lo mismo cuando iba a Infantil, intentaba meter las piezas grandes en agujeros pequeños y luego me ponía nerviosa y me enfadaba también. Le diré a papá que compre una casita con agujeros para que practiques.
Pero a mamá no le ha parecido buena idea. Ella verá. Como dice la maestra: para aprender, primero hay que querer.
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