sábado, 2 de julio de 2011

PERSONAS Y ORDENADORES

             Los problemas son como los zapatos-dijo ayer mi maestra-Puede que al principio te vengan un poco grandes, pero después creces. Y si no creces, siempre puedes usar plantillas.

             Mi maestra es una mujer sabia. Sabia es una palabra que se escribe como sabía, pero que no lleva tilde porque no es el pasado, es el presente. Mi mamá es una mujer sabía, con tilde, porque siempre le dice a papá que ella de joven era más lista. Eso es muy raro, porque yo pensaba que cuantos más años tienes más cosas sabes, pero se ve que no. Aunque mamá me dice que soy muy pequeña para comprender algunas cosas. Tengo que preguntarle a mamá cuál es la edad en la que se sabe todo y cuál es la que te vuelve tonta otra vez. Para que no se me pase.

              La maestra odia los exámenes porque dice que sólo miden la capacidad de equivocarse. Dice que en la vida real no es así, que cuando te compras un ordenador no le pides otra cosa que lo que puede darte. Pero que a las personas se les pide que sean ordenadores y no que sean personas. Yo no sé si lo entendí muy bien, así que pensé que tenía que observar más a las personas y a los ordenadores. Y pensando, pensando, llegó el día de la comunión de mi prima Elena.

              - Cariño, por dios, mira cómo llevas la corbata. ¿Te has acordado de cargar la batería de la réflex? No, claro que no, no vas a malgastar tu talento fotográfico con mi familia. Y el coche, ¿lo has aparcado en la puerta? Que yo con estos tacones no puedo ir muy lejos. No pongas esa cara, cualquiera diría que te estoy molestando. Pero es que las cosas hay que hacerlas bien. Y se nos está haciendo tarde.

Mamá, creo yo,  es todavía muy pequeña porque estos problemillas se le hacen grandes.

            Papá respiró hondo, se acercó al ordenador y fue a desconectarlo tirando del cable. Mamá se acercó hacia él corriendo como una japonesa.

           - ¿Qué haces? Que es un or-de-na-dor. Que no puedes tratarlo de cualquier manera, que hay que ser más delicado con las cosas, hombre.

            Y todos tuvimos que esperar a que el ordenador se echase a dormir dulcemente.

            Mamá no lo oyó, pero papá dijo que mamá tendría que haberse casado con el ordenador. Yo creo que se equivoca. Al ordenador nunca se le pondrían los ojos rojos por ella, como yo ví que le ocurría cuando salió  por la puerta de casa.

2 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho lo de que tu mamá es una mujer sabía. Gracias por descubrirme nuevos significados de las palabras, Alba.

    Y me ha parecido curioso que sea tu maestra la que odie los exámenes. ¿A ti qué te parecen? Me gusta mucho tu maestra, es Sabia.

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  2. Hola Mary. A mí los exámenes me parecen fáciles. Algunos ni hay que estudiar. Y además sólo los tienes que recordar un ratito, y después te puedes olvidar de todo si es un rollo. Aunque, bueno, yo tengo buena memoria. Un beso muy grande. Muac.

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